Partamos primero del posicinamiento de la marca «Google». Actualmente, la marca Google es una de las mayor valoradas en el mercado, y esto es así porque ha sabido cómo ir generando valor con cada uno de los servicios que da hasta el punto de hacerlos (casi) imprescindibles en nuestras vidas. Para empezar es el buscador por excelencia, ya ni utilizamos la barra de dirección para ir a una página que conocemos, nos limitamos a escribir la página en google (para muchos página de inicio) con la certeza de que obtendremos cómo resultado la página que queriamos consultar. Lo mismo ocurre cuando buscamos imágenes o noticias sobre un mismo tema, recurrimos al mismo: a Google. También ha sabido hacernos clientes de su «Google Maps», dónde consultamos nuestras dudas en cuanto a rutas; así como de «Gmail», dónde si no somos todos, sí una gran mayoría, tenemos alojada nuestra cuenta de correo electrónico y usamos, compartimos y disfrutamos de sus herramientas: Calendar, Reader, Docs…
Hasta aquí Google se posiciona como un motor de búsqueda, cuya financiación reside principalmente en el capital-riesgo y en los ingresos que de Google AdWords y Google AdSense recibe (aunque se que no son sus únicas fuentes de financiación). Siempre manteniendose en el mundo de los intangibles, del software: motor de búsqueda, blogspot, analitycs… en ningún momento se podía prever un interés por la parte hardware del mundo digital.
Internet ya no es sólo un servicio, un medio al que recurrimos cuando estamos en casa o a través de nuestro portatil. Hace unos años que empieza a ser mayor su necesidad y algunas compañias de telefonos móviles comienzan a incluir la posibilidad de conectarse a internet desde el teléfono, pero era una opción muy cara. El mercado sigue demandando internet «everywhere» (haciendo acopio de un slogan de vodafone) y nacen, ya no teléfonos móviles, sino dispositivos móviles, algo así como portátiles con forma de telefono movil. Ante esto, Google desarrolla Android, un sistema operativo basado en la filosofía de software libre y lo pone a disposición de todos sus suario. Paralelamente, Apple (que tampoco quería quedarse sin parte del pastel) desarrollo un sistema operativo (nada de software libre) para su propio dispositivo movil, el I-phone. Y entran en juego distintas estrategias:
Apple entra en el mercado apoyándose en el prestigio que su marca aporta a todos sus productos, asegurandose el éxito. Para ello crea contratos de exclusividad con una operadora de cada país en los que quiere competir. En el caso de España, como bien sabemos, es Movistar. Sus estrategias están basadas en la creación de valor de marca, con campañas de comunicación y publicidad, poniéndolo a disposicion de la mayoría de usuarios con tarifas relativamente aceptables y sólo a través de la operadora con la que tiene la exclusividad (coincidiendo esta con la que mayor cuota de mercado ocupa en el país).
Google opta por una estrategia «mancha de aceite». Primero entra en el mercado compitiendo en sistemas operativos, donde hemos observado ha tenido gran aceptación consecuencia de las ventajas que el software libre tiene para los fabricantes de dispositivos moviles (principalmente en lo relativo a la personalización) y además, al no firmar contratos de exclusividad con ninguna de las operadoras (otra cosa es que los firmen los fabricates del hardware) la disponibilidad de su software está en todas las compañías. Pero han ido más allá, y ya no sólo compiten en el mercado de dispositivos móviles en términos de intangibles; sino que desde el 5 de enero es oficial que empieza la comercialización de su propio dispositivo móvil basado en el sistema operativo Android.
La estrategia de marketing seguida para su divulgación comenzó unos meses antes a través del Social Media. Repartieron entre sus empleados el dispositivo y fueron ellos los que se encargaron de hablar de él las redes sociales, principalmente twitter (hicieron mucho «ruido). Además, se dejó que bloggers de todo el mundo especulasen sobre el posible lanzamiento o no del Nexus-One (como se llama el teléfono) y no fue hasta el 5 de enero cuando se convocó a los medios y a expertos a una rueda de prensa en la que se «desveló el secreto». Google hizo ya su trabajo y ahora lo deja en manos de los «prescriptores», que serán su mayor fuente de comunicación a través de revistas especializadas, foros, redes sociales y blogs.
Y todavía hay muchos que sólo piensan en Google como un buscador…