Como si de una fórmula matemática se tratase, hoy estamos a la caza y captura de la tendencia. De hallar la combinación que nos adelante al mercado, que nos de las claves de lo que en 2 o 3 meses se convertirá en algo en boca de todos. Quien iba a decir que tendrían tantos fanes los grupos de «señoras que…» que vemos en Facebook. Realmente cuál es el interés de medios como el periódico El Pais, que les dedicaba un reportaje, o el informativo de la Sexta, que hace unos días incluía una noticia sobre ellas.
Lo más importante de todo es que surgen con la misma rapidez que desaparecen. Y que si no te has «subido al carro de los primeros… no sirve de nada subirte cuando ya decae«. Esta rapidez con la que los nuevos productos nacen y mueren no es más que una consecuencia de la rapidez con la que los gustos, deseos y necesidades cambian. Está todo al alcance de un «click» y es relativamente fácil y económico ver satisfechas nuestras necesidades, de ahí que surjan otras nuevas.
Se imponen una serie de, llamemosle, trabajos destinados al control de esos «cuchicheos» que van tomando la forma de discursos, voces que llegan a un gran número de personas y de las que se hacen eco otras tantas. Dependiendo de la posición que tengamos deberemos unirnos a ellas, prepararnos para cuando lleguen o hacer de ellas nuestra causa.