También asistí a dos mesas redondas. La primera enfrentaba al Consumidor frente al Anunciante. De lo que se debatió en su mayor parte fue de la saturación publicitaria que hoy en día sufrimos todos y de la necesidad de buscar nuevas fórmulas. Lo que es cierto es que todos somos publicidad, porque todos al vestirnos de una determinada forma o presentar nuestro CV en un formato u otro, lo que buscamos como fin es vendernos. Ni vamos directos a un colapso ni la publicidad va a desaparecer, simplemnete evolucionara y se adaptará a las nuevas realidades. Debemos segmentar todo lo que podamos, para que los usuarios que reciban nuestra publicidad no la vean como tal, sino como información porque para ellos es útil. Es cierto que la inversión publicitaria ha bajado, pero ¿por qué? Esa es la gran pregunta y nadie en la mesa supo darle respuesta. Sin embargo, si hablaron de la importancia de la publicidad en estos momentos de crisis. La publicidad fomenta el consumo y hoy por hoy, el consumo constituye el 56% del PIB; por tanto, no podemos permitirnos el lujo de no consumir. El debate acerca de si la publicidad era más efectiva en televisión o en medios sociales se quedo abierto, también es cierto que posteriormente hubo mesas redondas específicas de la televisión digital y de las estrategias en medios sociales. Y es a esta última que también asistí y fue muy interesante.
Por un lado, David Segura Guillén nos recalcó que abrir un perfil en facebook y tener twitter no es lo mismo que tener una estrategia en medios sociales. Primero, para tener una estartegia hay que ser capaces de comunicar algo, de mantener una bidireccionalidad con los consumidores y de mantener la misma estrategia tanto en el online como en el offline, asi como la misma planificación. Los medios sociales no son el futuro, son el presente y hay que adaptarse. Pero adaptarse acorde a las circunstancias de la empresa. No porque la empresa que tienes al lado habrá un twitter para lanzar ofertas, tu también lo tengas que hacer; pues tus usuarios pueden que no esten en ese medio, y sea mas adecuado hacerles llegar la información a través de podcast o creando una wiki colaborativa en la que participen. Las posibilidades que se ofrecen son inmensas, sólo hay que saber cuáles son las que mayor beneficios nos reportan a nosotros; de ahí la importancia de controlar, medir y registrar la interacción con el usuario. El segundo de los invitados fue Javier Barrio, quien definio la estrategia en medios sociales como descontrol. Los medios sociales, las redes sociales, el hecho de que el cliente no sólo consuma sino que influya en el consumo… ha superado a las empresas y como con todo, unas tienen más facilidad para adaptarse que otras. Eso si, sólo puedes adaptarte, ya que «o te mueves o te mueres» y no hay otra opción. Hizo incapié en la importancia de ver estas estrategias a largo plazo, ya que a corto plazo es casi imposible conocer sus resultados, medirlas es ya dificil, como para poder definir grandes objetivos a tres o cuatro meses. Hay que confiar en los medios sociales, tener una estrategia acorde con nuestras necesidades y no buscar milagros al poco tiempo de haber comenzado. Y el último de los invitados a la mesa era Francisco Rodríguez quien opina que si no sabes lo mejor que puedes hacer es escuchar y aprender de los medios sociales para poco a poco ir dando forma a tu estrategia. Primero tener respeto a ellas, segundo escuchar el ruido de tu empresa en ellas, cuándo se produce, si hay o no respuesta y quién se la da, tercero poner a los fans por encima de todo (ya no es que el cliente tenga la razón, es que el fan es lo mas importante de la empresa) y por último, no utilizar tácticas «opacas». Ser transparente es lo que va a darte esa credibilidad y confianza de la que ya hablaban en reputación online, y que en el fondo es lo que va a conseguir la conversión que tanto cuesta medir (y pagar).
Y esto fue todo lo que aprendí en dos días de conferencias en Madrid. Ahora vuelvo a estar en Ginebra y espero que por aquí hagan algun congreso interesante al que poder ir para seguir aprendiendo un poco más.