Y es que aunque nos empeñemos en decir que somos únicos, nos encanta pertenecer a grupos.
Una de las gran ventajas las redes sociales (y grupos de debate, foros, etc) es que han favorecido la segmentación del público. Una «autosegmentación» en la que cada uno – sea consumidor, cliente, usuario, empresario, trabajador… – se posiciona en el grupo en el que quiere ser considerado, favoreciendo el canal a través de cual recibirá la información que quiere recibir y se diferenciará de los grupos con los que no quiere verse involucrado y/o de los que no considera formar parte.
Es nuestra tarea saber qué caracteriza cada red social, qué grupos se mueven en cada red social, qué significa estar en una red u en otra y cómo esto puede beneficiarnos (al igual que una mala elección, perjudicarnos). Sabiendo esto, los esfuerzos del marketing serán mucho más efectivos y tendrán el alcance esperado. Que no se traduce en otra cosa que no sea la obtención de nuestros objetivos.